Como parte del proyecto de restauración de arrecifes desarrollado en el Parque Nacional Guanahacabibes, alrededor de mil fragmentos de Acropora cervicornis crecen en un vivero de coral en dicha área protegida.
La doctora en Ciencias Dorka Cobián Rojas, responsable del programa de monitoreo e investigación científica del Parque Nacional Guanahacabibes, explicó que en 24 estructuras arrecifales progresan los fragmentos, las cuales se controlan cada tres meses y reciben mantenimientos consistentes en su limpieza para eliminar los organismos marinos y conservarlos.
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más valiosos y biológicamente diversos en el planeta y se estima que el 25 por ciento de la vida marina, que incluye más de 4.000 especies de peces, depende de ellos en algún momento de su ciclo de vida.
Alrededor del mundo, se han impulsado iniciativas para la creación de granjas de coral. En estos lugares los corales son cuidados y catalogados para su posterior reintroducción en arrecifes que han sido dañados por la actividad humana o por fenómenos naturales.