El paso de las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) por Ecuador, constituye un atractivo que moviliza todos los años a cientos de turistas nacionales y extranjeros desde el mes de junio hasta septiembre.
Durante el V Congreso Iberoamericano sobre Ambiente y Sustentabilidad realizado en Jipijapa Ecuador, especialistas del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales ECOVIDA apreciaron a estos cetáceos de 30 toneladas que llegan hasta la zona marítima para aparearse y tener a sus ballenatos.
Según el Ministerio de Ambiente, las ballenas viajan 7 000 kilómetros desde la Antártida para posarse en las cálidas aguas de las costas ecuatorianas.
Entre las reglas para poder apreciar a estos cetáceos gigantes están: el uso de chalecos salvavidas, no arrojar desperdicios o alimentos al mar; no está permitido bucear ni tocar a las ballenas. La observación debe durar 25 minutos y si están acompañados por sus crías solo durante 15 minutos.